El peso mexicano registró su segunda jornada consecutiva a la baja, cerrando en 19.32 pesos por dólar, lo que representa una caída del 0.1% respecto al día anterior. Durante la sesión, la moneda mostró volatilidad, fluctuando entre un mínimo de 19.22 y un máximo de 19.36 pesos por dólar. Este comportamiento refleja la incertidumbre actual en los mercados, influenciada por factores políticos y económicos en Estados Unidos y las expectativas sobre las próximas elecciones presidenciales.
Proyecciones del tipo de cambio según el resultado electoral
El futuro del tipo de cambio entre el peso mexicano y el dólar podría verse significativamente influenciado por el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, donde Donald Trump y Kamala Harris son los principales contendientes.
Escenario con Trump como presidente:
Si Donald Trump resulta ganador, se anticipa una mayor volatilidad y posibles presiones sobre el peso mexicano. Trump ha amenazado con imponer aranceles a productos mexicanos, incluidos los automóviles, lo que podría afectar negativamente la relación comercial entre ambos países. Estas políticas proteccionistas y un discurso más agresivo hacia México podrían elevar el riesgo para la moneda mexicana, empujando al peso a niveles más débiles. Algunos analistas prevén que el peso podría depreciarse hasta entre 20.50 y 21 pesos por dólar, dependiendo de la dureza de las políticas económicas y comerciales implementadas en un posible segundo mandato de Trump.
Escenario con Kamala Harris como presidenta:
Si Kamala Harris gana la presidencia, los mercados podrían reaccionar de manera más favorable hacia el peso. Harris ha mostrado un enfoque más moderado y orientado a fortalecer las relaciones diplomáticas y comerciales con México. Un gobierno de Harris podría fomentar políticas de cooperación regional y evitar medidas proteccionistas extremas, lo que aliviaría las tensiones en el tipo de cambio. En este escenario, algunos analistas proyectan que el peso podría mantenerse relativamente estable o incluso fortalecerse ligeramente, situándose entre 18.80 y 19.20 pesos por dólar en el corto plazo.
En ambos escenarios, factores externos como las decisiones de la Reserva Federal, los precios de las materias primas y la recuperación económica global seguirán siendo determinantes clave para el futuro del peso mexicano.
