El peso mexicano inició la sesión del jueves con una tendencia a la baja, cotizando en 19.98 unidades por dólar, reflejando una caída del 0.4% respecto al día anterior. Esta depreciación continúa una racha de cuatro sesiones consecutivas en terreno negativo, con la moneda perdiendo más de un 3% en los últimos tres días.
Los mercados están atentos al desarrollo de las elecciones en Estados Unidos y a las decisiones políticas del nuevo gobierno de México, factores que han incrementado la volatilidad en el tipo de cambio. El peso se encuentra cercano a romper la barrera psicológica de las 20 unidades por dólar, un nivel que no ha alcanzado desde el 10 de septiembre, antes de la aprobación de la reforma al Poder Judicial.
En contraste, el índice dólar (DXY), que mide la fortaleza del dólar frente a una canasta de seis monedas, subió un 0.14%, alcanzando 103.73 unidades, lo que refleja un entorno de fortaleza para el dólar en medio de la incertidumbre global.
Reforma Energética y su Impacto en los Mercados
Un factor adicional que está influyendo en el peso es la reciente aprobación de la reforma constitucional en materia energética por parte del Senado mexicano. Esta reforma devuelve a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) su estatus de empresas públicas, revirtiendo la reforma de 2013 que las consideraba como empresas productivas del Estado.
Con este cambio, tanto Pemex como CFE estarán regidas por el derecho público, lo que les otorga ciertos privilegios y las exime de ser consideradas como monopolios en algunas áreas. Esta transformación ha generado incertidumbre en los mercados, que están evaluando las posibles consecuencias para el sector energético y la economía mexicana en general.
En este contexto, la presión sobre el tipo de cambio podría continuar en los próximos días, a medida que los inversionistas digieren estos cambios y monitorean la situación política y económica tanto a nivel local como internacional.
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