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El martes, Wall Street hizo una pausa en el rally postelectoral, en un respiro que parecía inevitable tras llevar al Dow Jones y al S&P 500 a máximos históricos. El Dow subió 73 puntos, un incremento del 0.2%, mientras que el S&P 500 apenas superó el nivel de apertura y el Nasdaq Composite cayó un 0.1%. Estos movimientos, aunque modestos, pueden ser el preludio de cambios importantes en el comportamiento del mercado.

El reciente recorte de tasas de la Reserva Federal ha sido un factor clave para estimular la economía y reactivar la confianza de los inversores. Sin embargo, también ha sembrado expectativas de volatilidad en el corto plazo, ya que una política monetaria laxa puede alimentar tanto alzas en las acciones como presiones inflacionarias. A medida que las tasas bajan, el dólar se fortalece, impulsando un escenario “bullish” para la moneda y captando el interés de quienes buscan protección frente a posibles fluctuaciones económicas.

Larry Tentarelli, fundador de Blue Chip Daily Trend Report, destacó que el mercado está reaccionando a las políticas que creen se implementarán bajo la nueva administración, recordando los patrones de comportamiento que se observaron en 2016, cuando Trump asumió el cargo por primera vez. Este efecto “déjà vu” sugiere una fase de patrones inusuales en los activos de riesgo, al igual que una respuesta positiva ante cualquier incentivo fiscal o relajación regulatoria.

La atención de los inversores se centra ahora en los próximos datos económicos. Este martes, los indicadores de pequeños negocios serán un termómetro de la economía real, mientras que el jueves y viernes se publicarán el Índice de Precios al Consumidor y el Índice de Precios al Productor. Estos datos permitirán evaluar si las recientes medidas de la Fed realmente ayudan a controlar la inflación o si el mercado se enfrenta a una sobrecarga inflacionaria.

Así, mientras los principales índices y el dólar se encuentran en una fase alcista, no se descarta que el ambiente de euforia postelección pueda traer consigo episodios de volatilidad inesperada. Los inversores seguirán atentos a los próximos pasos de la Fed y al posible impacto de las políticas de Trump, en una era que podría ser tanto de crecimiento acelerado como de riesgos imprevistos.