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Este martes, Estados Unidos vive una de las elecciones más reñidas de su historia reciente, con Donald Trump y Kamala Harris prácticamente empatados en las encuestas en la contienda presidencial. La alta participación y la paridad en los sondeos han puesto el futuro del país en un punto de máxima expectación.

Aunque la contienda entre ambos candidatos está cerrada, las casas de apuestas se inclinan hacia una posible victoria del expresidente Trump, atribuyéndole una leve ventaja que ha generado opiniones divididas. Sin embargo, las encuestas nacionales mantienen el margen estrecho, mostrando un país dividido que ha acudido masivamente a las urnas en busca de decidir su futuro.

Además de la presidencia, los votantes también eligen el control del Congreso, una decisión crucial para el próximo mandato, ya que definirá el rumbo de las políticas y la gobernabilidad. El Senado y la Cámara de Representantes están en juego, y el partido que logre la mayoría en ambas cámaras tendrá la capacidad de influir significativamente en la implementación de políticas durante los próximos años.

La jornada ha transcurrido con una alta participación ciudadana y gran atención a nivel mundial. Observadores internacionales han destacado la importancia de este proceso democrático, dado que las decisiones políticas de Estados Unidos tienen repercusiones globales en temas como economía, medio ambiente y relaciones internacionales.

Los resultados finales podrían conocerse en las próximas horas, pero si los márgenes resultan demasiado estrechos en algunos estados clave, podrían surgir disputas legales o recuentos que prolonguen el proceso. Mientras tanto, el mundo espera con atención el desenlace de esta elección histórica que definirá el futuro de Estados Unidos.