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El minorista mexicano Grupo Elektra, controlado por el empresario Ricardo Salinas, experimentó una semana de alta volatilidad en el mercado bursátil tras el levantamiento de una suspensión de cotización por parte de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Las acciones de la compañía sufrieron una caída cercana al 11% el miércoles, profundizando las pérdidas de más del 70% registradas el lunes y anulando las ganancias del 6.5% alcanzadas el martes.

Contexto de la crisis

La suspensión de cotización, que inició en julio, se originó luego de que Elektra denunciara un presunto fraude por parte de Astor Assets, uno de sus acreedores. Según la empresa, Astor Assets habría vendido de manera ilegal más de 7 millones de acciones en el mercado, afectando significativamente la valoración del grupo.

A pesar de la reactivación de las operaciones, Elektra ha cuestionado la decisión de la BMV de levantar la suspensión, argumentando que no se han resuelto completamente las irregularidades que dieron origen a la medida.

Propuesta de privatización

En medio de esta incertidumbre, Grupo Elektra ha anunciado su intención de proponer la privatización de la empresa en una junta de accionistas programada para el próximo 27 de diciembre. Según la compañía, 95% de los accionistas ya han expresado interés en respaldar esta medida.

La privatización, según Elektra, busca proteger los intereses del grupo frente a los riesgos y la volatilidad que enfrenta actualmente en el mercado bursátil. Sin embargo, esta propuesta ha despertado inquietudes en el ámbito financiero, particularmente en relación con la estabilidad y gobernanza de su brazo financiero, Banco Azteca.

Preocupaciones sobre gobernanza y riesgos reputacionales

Analistas de Moody’s Ratings han señalado que el plan de privatización podría tener implicaciones reputacionales para Banco Azteca, dada su exposición significativa a partes relacionadas dentro del conglomerado económico del Grupo Salinas. Además, destacaron que esta estructura de propiedad cerrada revela posibles debilidades en el marco de gobernanza del grupo.

El vínculo directo e indirecto de Banco Azteca con otras entidades del conglomerado plantea riesgos adicionales, ya que cualquier afectación al prestigio o la solvencia de Elektra podría repercutir en la percepción y operación del banco.

Impacto en el mercado y perspectivas futuras

La volatilidad de las acciones de Elektra y la incertidumbre generada por la propuesta de privatización han dejado una marca significativa en el mercado bursátil. A medida que se acerca la fecha de la junta de accionistas, analistas y observadores del mercado estarán atentos a cómo se desarrollan los acontecimientos y a las decisiones que puedan impactar tanto al grupo como a sus entidades vinculadas.

Mientras tanto, la crisis actual pone en evidencia los retos de gobernanza y transparencia que enfrentan algunos conglomerados en México, resaltando la importancia de fortalecer los marcos regulatorios y las prácticas empresariales para garantizar la confianza de los inversionistas y la estabilidad del mercado.