Los principales índices bursátiles de Estados Unidos, el Dow Jones y el S&P 500, parecen encaminarse hacia su segunda jornada de pérdidas consecutivas, mientras que el Nasdaq se mantiene prácticamente plano, impulsado por las cotizaciones positivas de los sectores de tecnología y comunicaciones.
Los inversores están atentos a los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que han aumentado ante la expectativa de que la Reserva Federal siga una política monetaria cautelosa, considerando la solidez de la economía más grande del mundo. Este escenario influye en las decisiones de inversión, especialmente en emisoras de alta capitalización y tecnológicas, que han alcanzado al menos 40 máximos históricos en lo que va del año.
En cuanto a los reportes trimestrales, empresas como GE Aerospace y Verizon han superado las expectativas de los analistas, mientras que compañías como Philip Morris International y Moody’s Corporation no solo rebasaron las proyecciones de beneficios, sino que también mejoraron sus previsiones anuales, lo que inyecta optimismo en el mercado.
Por otro lado, la situación en Medio Oriente sigue bajo la lupa, con el viaje del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, a Israel para abordar el conflicto en Gaza.
A nivel macroeconómico, el Fondo Monetario Internacional ha revisado al alza su pronóstico para el crecimiento de la economía estadounidense en 2024 y 2025, lo que añade un matiz positivo en medio de la volatilidad de los mercados.
