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El Banco de Canadá tomó la decisión de recortar su tasa de interés de referencia en 50 puntos básicos, dejándola en 3.75%, en línea con lo que los analistas y agentes financieros del mercado anticipaban. Este movimiento refleja la confianza del banco central en que la inflación está bajo control, mientras se espera que un entorno de tasas de interés más bajas impulse el crecimiento económico.

Las autoridades monetarias canadienses destacaron que la inflación ha disminuido significativamente en los últimos meses, alejándose de los niveles elevados observados durante la primera mitad del año. Esta desaceleración inflacionaria se debe, en parte, a las políticas restrictivas implementadas previamente, que buscaron frenar el alza en los precios. El recorte de tasas es visto como una respuesta a esta desaceleración, y un intento por estimular la demanda interna y la inversión, favoreciendo así una recuperación más sólida de la economía.

El Banco de Canadá también señaló que espera continuar con su ciclo de recortes de tasas, siempre y cuando la evolución de la inflación y el crecimiento económico se mantengan en línea con sus proyecciones. Este enfoque cauteloso busca mantener un equilibrio entre el impulso al crecimiento y la estabilidad de precios, asegurando que la economía no se sobrecaliente mientras se mantiene bajo control el riesgo inflacionario.

El banco central también mencionó que las tasas más bajas podrían favorecer a sectores clave de la economía canadiense, como el inmobiliario y el de consumo, que habían mostrado signos de desaceleración debido a las políticas monetarias anteriores. Al reducir el costo del crédito, se espera que aumente la inversión en infraestructura, empresas y hogares, lo que podría traducirse en un fortalecimiento de la actividad económica en general.

El comunicado también subrayó la importancia de mantener una postura flexible, ya que las condiciones económicas globales siguen siendo inciertas. Aunque el Banco de Canadá está comprometido con un ciclo de tasas a la baja, dejó claro que las futuras decisiones estarán basadas en datos y que cualquier cambio dependerá de cómo evolucione la economía y la inflación. Si bien las proyecciones son optimistas, el banco central está preparado para ajustar su política en caso de que se presenten riesgos imprevistos, como fluctuaciones en los precios de las materias primas o cambios en la economía global que puedan afectar a Canadá.