Compartir:

El mercado no se inmutó ante el recorte de tasas de la Fed y celebró la histórica alianza entre Intel y Nvidia, que podría marcar el inicio de una nueva era en la carrera de la inteligencia artificial.

Intel (INTC) sorprendió al mercado este jueves con un repunte de más de 25 % en Wall Street tras anunciarse que Nvidia (NVDA), líder mundial en chips de inteligencia artificial, invertirá 5,000 millones de dólares en acciones comunes de la compañía. La operación, que aún espera aprobación regulatoria, daría a Nvidia alrededor de un 4 % de participación accionaria.

El acuerdo incluye el desarrollo conjunto de múltiples generaciones de CPUs y productos para centros de datos y PC, donde Intel pondrá su arquitectura x86 al servicio de los servidores de inteligencia artificial de Nvidia.

El anuncio se da en una jornada marcada por el recorte de tasas de la Reserva Federal, aprobado con una votación de 11–1, que lejos de enfriar al mercado reforzó el apetito por riesgo en el Nasdaq y especialmente en las chipmakers. El rally recuerda episodios recientes como el de Oracle y muestra la fortaleza del sector tecnológico frente a un escenario monetario más flexible.

La inversión de Nvidia se suma a los 9,000 mdd aportados por el gobierno de EE.UU. en agosto y los 2,000 mdd de SoftBank, llevando el capital fresco en Intel a 16,000 mdd en apenas dos meses.

  • Respaldo estratégico: Nvidia no solo apuesta capital, sino que abre la puerta a sinergias tecnológicas que integren CPUs de Intel y GPUs de Nvidia en la infraestructura crítica de IA.

  • Entorno macro favorable: el abaratamiento del costo de capital tras el recorte de la Fed impulsa proyectos intensivos en I+D.

  • Nacionalismo tecnológico: Intel es el único gran fabricante de chips con sede en EE.UU., un activo considerado de seguridad nacional.

  • La jugada de Nvidia es más que un salvavidas: es una declaración de que la inteligencia artificial no es una moda, sino la nueva infraestructura del siglo XXI. Como dijo el propio CEO Jensen Huang, “la IA es más transformadora que la electricidad o la revolución industrial”.

  • La pregunta es inevitable: ¿estamos preparados para esta nueva era?