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Las inversiones en México han entrado en una pausa temporal, no por falta de interés, sino debido a la incertidumbre generada por la reciente reforma judicial. Las empresas, tanto nacionales como extranjeras, han decidido mantener sus proyectos en “stand-by” mientras se clarifican los detalles de las leyes secundarias y se consolida el nuevo gobierno.

Organizaciones como la Concamin y la AmCham informaron que, aunque no hay pánico ni fuga de capitales, las compañías prefieren esperar antes de comprometer nuevos recursos. Las empresas desean ver cómo se aplicará la reforma en la práctica antes de tomar decisiones importantes. A pesar de este freno temporal, México sigue siendo un destino atractivo para las inversiones, en gran parte gracias al nearshoring y al T-MEC.

La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, tendrá su debut el próximo 15 de octubre en el CEO Dialogue, un evento que reunirá a importantes empresas de México y Estados Unidos. Se espera que durante esta reunión, Sheinbaum aclare el panorama respecto a la reforma judicial e incluso podría anunciar nuevas inversiones.

Por su parte, Marcelo Ebrard, futuro secretario de Economía, ha adelantado que México tiene 45 mil millones de dólares en inversiones confirmadas para este año.

En resumen: Aunque la reforma judicial ha generado incertidumbre, México sigue siendo un punto de atracción para los negocios. La reunión de octubre será clave para despejar dudas y mantener la confianza de los inversionistas.