La inflación en México finalmente ha roto una tendencia al alza de cinco meses consecutivos, ubicándose en un 4.99% anual en agosto, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esta cifra es una mejora notable respecto al 5.57% registrado en julio y marca una desaceleración en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), impulsada principalmente por una menor presión en el componente no subyacente.
Alivio en la Tendencia Inflacionaria
El dato de agosto representa una noticia alentadora para la economía mexicana, que ha estado lidiando con la persistente presión inflacionaria en los últimos meses. Si bien la inflación general sigue por encima del rango objetivo del Banco de México (Banxico), que es del 3% ± 1 punto porcentual, la desaceleración observada en agosto indica que la inflación podría estar comenzando a estabilizarse. De hecho, agosto marca el 42º mes consecutivo en el que la inflación se mantiene por encima del objetivo del banco central.
El componente no subyacente, que incluye productos más volátiles como alimentos y energéticos, fue uno de los principales factores que contribuyeron a la desaceleración de la inflación. Esto contrasta con los meses anteriores, en los que los precios de los alimentos y los energéticos habían generado una mayor presión inflacionaria, exacerbada por factores globales como los problemas en las cadenas de suministro y el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Mejor de lo Esperado
El resultado de la inflación en agosto fue mejor de lo que esperaba el mercado. Según la encuesta más reciente de Citibanamex, se había proyectado una tasa anual de 5.06%, pero el INEGI informó que la inflación fue de 4.99%, lo que sorprendió positivamente a analistas y economistas. Este dato menor al esperado refuerza las expectativas de que la inflación podría estar entrando en una etapa de desaceleración más sostenida en los próximos meses.
En términos mensuales, el INPC apenas subió un 0.01% en agosto, lo que lo convierte en el aumento más bajo para ese mes desde 2019, cuando se registró una caída del 0.02%. Esta cifra también fue mejor que la estimación de los analistas, quienes habían pronosticado un incremento del 0.07%.
Desglose de la Inflación
La inflación subyacente, que excluye los precios de los bienes y servicios más volátiles, como los energéticos y productos agropecuarios, se mantuvo más elevada, ubicándose en un 6.08% anual. Este componente refleja una presión inflacionaria más estructural y sigue siendo una preocupación para las autoridades económicas.
Por otro lado, la inflación no subyacente, que incluye los precios de los energéticos y los productos agrícolas, cayó de manera significativa, registrando un 1.16% anual en agosto, muy por debajo del 1.85% del mes anterior. Este componente fue clave en la desaceleración general de la inflación.
Impacto en las Expectativas del Banco de México
El dato más bajo de lo esperado podría influir en las próximas decisiones de política monetaria del Banco de México. A pesar de que la inflación se ha mantenido por encima del objetivo por más de tres años, este alivio en la presión de los precios podría ofrecer al banco central más flexibilidad en cuanto a su postura sobre las tasas de interés. Actualmente, Banxico mantiene la tasa de interés en un nivel alto, buscando controlar la inflación, pero si la desaceleración inflacionaria se consolida en los próximos meses, podría haber espacio para un recorte en la tasa.
Sin embargo, las autoridades seguirán monitoreando de cerca los datos inflacionarios, especialmente en lo que respecta al componente subyacente, que sigue siendo elevado. Una desaceleración sostenida en este componente será clave para que Banxico considere cambios en su política monetaria.